jueves, junio 14, 2007

Tres con tufo

Barrancoso Barrancoso Como ya hacia mucho tiempo se venía organizando, en estos días se concreto la pesca sobre el nunca tan bien ponderado barrancoso. Nos toco un día complicado, por un clima no muy alentador, que se despertó con neblinas y mucho frío. Pero todo esto, no iba a menguar el entusiasmo y la búsqueda del pique.
Bueno, no quiero entretenerlos con mas palabras. Esto es solo un prefacio, para los comentarios que hará uno de los integrantes del grupo.
Saludos.
Mas fotos en flickr.

Relato: Navegando, así de simple, siguiendo esas voces del pasado, esa descendencia atávica que sin motivo nos hace encender una llama que nos va quemando lentamente.-
Ese día había amanecido como si cien cristianos se pusieron a fumar todos juntos, una neblina propia de un Londres gris, pero el trío ya estaba embalado y se perjuraron no aflojarle a ese río que lomeante se alzaba amenazante.-
Lo petates en la embarcación y el Capitán Nemo que pone proa al norte, buscando el refugio de los arroyos menores, siguiendo las precisas indicaciones del Baquiano, hombre conocedor de los recovecos de ese masa marrona y que el solo navega sin instrumentos, y así le va.-
La tripulación se componía de un extraño ser, tipo de rancia estirpe, forjado en amaneceres trasnochados, de línea bien tensadas, de alarido amargo ante la pieza perdida, solo lo llaman El Pitufo.-
Después que la marcha a todo motor se llevaran las horas de espera, se gano la Boca del Bobo, cosa que nos hacia presagiar que la cosa se iba poniendo linda, más marcha y ahí no más a metritos la sagrada entrada al Barrancoso, la meca del pescau.-
Veinte minutos y el Baquiano, se puso como el solo se pone, se transporta, se mezcla y así a puro olfato iba leyendo las bocas que se sucedían, de el dependía que el pique rebalzara la embarcación, de el dependía que el sueño se hiciera realidad.-
Hasta que en sentencia firme, el susodicho larga su plegaria y dice: .Acá esta el pescado…, en la boca del Tufo, amarramos y cañas al agua, breves instantes, y llevada sincera, cañazo certero y el primer amarillo que sube a bordo, el Baquiano no nos había fallado.-
A parir de ese momento en que todo era normalidad en las generosas aguas del Barrancoso, el Pitufo, empieza a dar con esos días en que se tendría que haber quedado entre las sabanas, una sucesión de piques errados, de pura palometa de renegar.-
Mientras tanto el Capitán Nemo, demostrada sus habilidades ocultas con el sedal, cabe aclarar que el Capitán estaba usando un equipo de pesca que el Baquiano le había facilitado un equipo que hasta el propio Poseidón hubiera deseado.-
La boca dejo de dar frutos y es así que, nos largamos a pindacerar un poco el arroyo, hasta dar con la boca del alambre, con similares resultados.-
Pocos peces, de buen porte, no dejaban satisfecho al equipo y para colmo una lluvia fina, de esas penetrantes, de esas garúas propias de un tango, complicaban la excursión, y la moral intacta.- El tiempo corría, y los comuneros decidieron besar las aguas de un lugar que no me arriesgo a asegurar que exista, seguro que ese lugar es fruto de la mente afiebrada de viejos navegantes, ese lugar me sabe a triunfo.-
El Chuzazo se mostraba inundado, mítico paraje en que reside el pescado, cañas al agua, y las carnadas que cambian, tufo por morena, salvo el Capitán que se mantenía firme en el rendidor tufo, el Pitufo, se tensa, el baquiano le pispea el carretel que empieza a ceder tanza sin cesar, unos instantes más y el Pitufo que tira cañazo que no fue certero, todo en la lancha fue silencio y Pitufo quedo mascullando bronca.-
Pobre Pitufo, el tan coronado de laureles, ese no fue su día, porque volvió a errar un lindo pique que termino siendo una palometa.-
Ya caía la tarde, pescado escaso pero gordo y la última esperanza en la boca de al revés, cañas al agua y una vez más el Pitufo que marra un pique explosivo por puro pavo nomás.-
En esta boca se dieron los condoneros, unos peces mitológicos, que el Capitán se encargo de robarle al río, el Baquiano mete mano en su caja de pesca y entrega al Pitufo un anzuelo, infalible forjado en la fragua del mismo Zeus, es ahí cuando el Pitufo pudo robarle algunos ejemplares al arroyo.-
Ya, con frío, la faena de la limpieza y la embarcación que comienza acortar el agua para regresar a puerto, mucha neblina y en río bravo, macho abierto, el Baquiano que le grita al Capitán que debe girar hacia su izquierda, pero marra en su derrotero y en su equivoco la tripulación se hallo perdida en aguas desconocidas, luego de peregrinar logramos recuperar el derrotero correcto a puerto, pero el gasto extra de nafta empezaba a generar sospechas, y así fue no más a minutos de puerto el motor hecho una tos de final, luego recargamos los últimos suspiros de nafta, se llego a puerto con las últimas luces .-
La faena cumplida y una nueva promesa de retorno hecha al viento.-